viernes, 30 de noviembre de 2012

¿DE IZQUIERDA O DE DERECHA?

POR: YOAXIS MARCHECO SUÁREZ
Alguien me pregunta si soy de izquierda o de derecha, y yo fresca como una lechuga le contesto que en asuntos de política no tomo direcciones ni a diestra, ni a siniestra. Quien me pregunta, un autodenominado ultraderechista, se queda sorprendido y con la boca exageradamente abierta en señal de asombro, desaprobación y vaya usted a saber cuántas cosas más. Pero lo cierto es que en el orden personal hago repulsión a los extremos, a las ultras posiciones, a las intolerancias, a los fundamentalismos. De hecho soy enemiga ferviente de las dictaduras ya sean de izquierda o de derecha. Me regocijo en la libertad, en el ejercicio de la democracia, en la pluralidad y el respeto al criterio y opinión ajenos, en el libre albedrío conferido incluso por Dios a los humanos, y en una sociedad que ante todo ofrezca su voto unánime por mantener la justicia y la dignidad plena de hombres y mujeres.
Personalmente no siento predilección por ningún movimiento o partido político, ya sean de izquierda o de derecha, todos, humanos al fin, arrastran sus errores. Desde mi punto de vista ninguno resolvería jamás los problemas más acuciantes que enfrentan los pueblos, los humildes, los de abajo, los olvidados de este mundo, los infinidades de veces engañados y manipulados por los poderosos políticos. Pero es mi deber, en mi contexto, luchar porque mi nación alcance al menos el derecho a elegir, a cambiar, a sustituir a sus gobernantes. Mi voto ahora no favorece a ningún líder, partido o argumento político en particular. Mi voto ahora expresa la desaprobación a los dictadores que vapulean mi país, apoltronados en la silla de gobierno, viciados en su egocentrismo y en sus ansias de poder.
He llorado ante injusticias y abusos cometidos por los izquierdistas contra los de derecha, y he perdido lágrimas también por excesos y arbitrariedades llevados a cabo por los de la derecha contra los de izquierda. Al final mi mayor sentimiento es hacia quienes han sido víctimas de los dos bandos políticos, sin militar en ninguno. No quiero para mi patria cuando al fin la prolongada dictadura sucumba, partidos de extremos políticos en el poder. Cuba está cansada de autoritarismo izquierdista, no le vendría nada bien después de esto ningún otro, así sea de derecha.
Yo _le contesté a mi interlocutor_ solo defiendo tu derecho al voto, ya seas de izquierda o de derecha, como también defiendo mi incuestionable derecho a no votar.
La autora junto a Luis Felipe Rojas y Mario Lleonart
"Solo defiendo el derecho a la eleccion, a la libre decision"

martes, 20 de noviembre de 2012

Una nota, un Editorial y las aparentes reformas migratorias



Por: Yoaxis Marcheco Suárez
Una nota acompañada de un Editorial publicados en la primera plana del periódico Granma del martes 16 de octubre del presente año, ofrecen a la ciudadanía la tan esperada noticia de que al fin el Gobierno cubano actualizará su política migratoria, introduciendo modificaciones que entrarán en vigor el 14 de enero de 2013. La decisión de eliminar el procedimiento de solicitud de Permiso de salida para los viajes al exterior del país y dejar sin efecto el requisito de la Carta de Invitación tiene el propósito de ajustar la política migratoria vigente a “las condiciones del presente y el futuro previsible”, el presente lo conocemos, pero no sabría explicar cómo es el futuro que prevé el Gobierno de Cuba para la nación, cuando la objetividad de la vida nos deja en claro que será un mañana sin la presencia de las “figuras históricas de la Revolución”.
Supuestamente los cubanos que estimen viajar al exterior a partir del 14 de enero de 2013 solo deberán presentar el pasaporte corriente actualizado y la visa otorgada por el país de destino. Pareciera una medida positiva en la que queda eliminado el  engorroso trámite y la espera del Permiso de Salida o Carta Blanca indispensables desde hace años para salir del país, y del Impuesto Sobre Documentos que demandaban  los trámites migratorios relacionados con las solicitudes de los permisos de entrada y salida al territorio nacional por asuntos particulares.  Pero el Editorial que acompaña a la nota informativa  me hace desconfiar de esta medida y sentirme recelosa sobre a cuántos ciudadanos residentes en el país o emigrados, moralmente correctos,  beneficiarán los cambios a la política migratoria.
En el Editorial con el título de: “Por la voluntad común de la Nación Cubana” el Gobierno no pierde su costumbre de fabricar argumentos acusatorios donde quedan implicados, además del Gobierno de los Estados Unidos y su “política de bloqueo”, la Oposición Interna, a la que siempre intenta arrebatar sus valores genuinos imputando a las Administraciones estadounidenses la creación y sustento de la misma. Enfatiza  en el cuidado que debe tener el Estado cubano frente al fenómeno de las campañas mediáticas provenientes del norte y al robo de cerebros.  Sus argumentos de que la Revolución cubana “se ha basado en el reconocimiento del derecho de los ciudadanos a viajar, a emigrar o residir en el extranjero y en la voluntad de favorecer las relaciones entre la Nación y su emigración” son  huecos y vacíos, vienen de un Estado autoritario y dictatorial que maneja a su conveniencia todas las áreas y sectores del país, y que en el pasado organizó  turbas de represores que agredían física y verbalmente a los ciudadanos que optaban por emigrar, tal y como lo hacen en la actualidad  con los disidentes.  Pero resulta interesante también definir a cuál emigración el Gobierno de Cuba reconoce y cuál es la porción de la diáspora a la que desdeña y declara como inadmisible y que históricamente ha tildado como: “mafia miamense”, por lo que no resulta auténtico el empeño del gobierno de aunar voluntades, y no es  precisamente  él,  el más recomendable para gestionar  la unificación de Cuba con toda su emigración.
Me queda la duda de cuánta libertad para viajar tendrán  los intelectuales, profesionales, especialmente los médicos y técnicos de la salud, uno de los sectores más afectados y supervisados, los talentos deportivos y artísticos. ¿Cuáles medidas adoptará el gobierno  para evitar “el robo de cerebros”? y  ¿Qué sucederá con los marcados, los hombres y mujeres, ciudadanos de este país cuya ideología y actitud política los hace diferir del sistema de Gobierno y militar las filas de la Oposición?  ¿Podrá finalmente la bloguera y twittera Yoani Sánchez agregar a la larga lista de negativas, un sí que le permita  salir de la Isla y regresar a ella sin ningún tipo de dificultad? ¿Podrán las Damas de Blanco y Guillermo Fariñas dejar nuestras fronteras para salir a Europa a recoger personalmente el Premio Sajarov otorgado a ambos? ¿Podría en fin cualquier disidente cubano viajar de manera temporal sin tener que solicitar permiso para ello y mejor aún sin recibir negativas gubernamentales a sus gestiones de viaje?
En uno de sus párrafos el Editorial culpa a la política estadounidense de las tres grandes crisis migratorias ocurridas en el país: “Camarioca en  1965, Mariel en 1980 y la Crisis de los balseros en 1994”, e incluso de “convertir a los cubanos que desean establecerse en otros países, en supuestos opositores políticos y en un factor de desestabilización interna”. Pero, lo cierto es que durante años la dinastía de los Castro ha  mancillado e irrespetado los derechos humanos  más elementales, entre ellos el de la libertad de viajar, o escoger cualquier nación del mundo para vivir, sin que esto impida el retorno al país las veces que se estime conveniente. El irrespeto a este derecho y a otros, así como sumir en la miseria al país y persistir en un gobierno autoritario y decadente de más de cinco décadas,  los convierte en los  máximos responsables  de las muertes en el mar de los cientos de cubanos que optaron por arriesgar su vida con el objetivo de encontrar la libertad y las posibilidades de prosperidad que en Cuba, por causa de su mal Gobierno les resultó imposible alcanzar.
Siempre ha sido evidente que los cubanos hemos permanecido por más de cinco décadas enclaustrados en la Isla prisión, y que los  gobernantes,  endiosados en su condición de “dueños”  del país,  han pretendido manejar nuestras existencias a su antojo. El mundo también conoce que la opción a la que más recurren los cubanos para escapar de la miseria moral, espiritual y material en la que nuestra entristecida Patria sucumbe,  es la emigración, sin importar la vía o modalidad; y que en el caso específico de los talentos: deportistas, artistas, profesionales e intelectuales cientos de ellos abandonan eventos internacionales o misiones en el extranjero para ejercer el derecho del cual el Gobierno quiere privarles, su libertad de escoger dónde vivir, o trabajar empleando sus aptitudes, de las cuales ningún gobernante es dueño.
Sé que muchos cubanos y cubanas de adentro y fuera de la Isla celebran la decisión adoptada  por el Gobierno de Cuba, no dudo que muchos puedan beneficiarse con estas modificaciones, que en definitiva debieron estar siempre vigentes, porque forman parte inherente de nuestros derechos ciudadanos; pero en mi caso, al igual que con las medidas y reformas económicas tan masculladas, me declaro escéptica. Detrás de cualquier apertura que establezca el Gobierno dictador, hay medidas de restricciones que impiden que los cambios sean profundos y genuinos.  Entiendo además que en sustitución de la concesión o no del Permiso de Salida, el Ministerio del Interior podrá negar o prohibir la obtención del pasaporte a los ciudadanos que considere inadecuados.  No creo que las personalidades de la disidencia cubana puedan verse beneficiadas con estas modificaciones, como tampoco que los talentos del país puedan viajar sin tener encima el ojo vigilante y limitador de sus superiores. De cualquier modo ojalá me equivoque y Yoani Sánchez pueda al fin cruzar los muros de la Isla prisión y volar a cualquier parte de este mundo donde se demande de su inteligencia y de su carismática figura. Pero vuelvo a reiterar como en otras ocasiones lo he hecho, Cuba más que nada necesita democracia y el establecimiento de una libertad legítima, que la impulsen a transformarse en  una mejor nación, en la cual sus hijos sientan la plena satisfacción de vivir y a la que siempre deseen regresar.

jueves, 8 de noviembre de 2012

HUBER MATOS Y LA NOCHE QUE AUN NO ACABA


Por: Yoaxis Marcheco Suárez

Realizo una lectura rápida y luego otra más pormenorizada del libro Cómo llegó la noche, tratando de descubrir en lo posible al hombre cuyo nombre  escuchaba cuando niña  en forma de murmullo en boca de algunos: Huber Matos, el Comandante de la Sierra  que entró a La Habana junto a Fidel Castro y a Camilo Cienfuegos, ostentando el triunfo de la guerrilla rebelde que abatió a las fuerzas del golpista Fulgencio Batista. 
Foto tomada de Patria Pueblo y Libertad del CID
El gobierno batistiano marcó la existencia de los jóvenes  cubanos de su tiempo y de los que vendrían posteriormente, fue un período de mandato siniestro, represivo y colmado de violencia que truncó a través de un vil golpe de estado  el proceso democrático que funcionaba en Cuba. Matos se unió a las filas del Ejército Rebelde con el propósito de recuperar la democracia violada y traer la paz que Batista le había usurpado a la nación. Luchó codo a codo con  los principales líderes rebeldes, llegó a convertirse en uno de los más carismáticos y notables, hasta poseer el grado de Comandante. Abrió la cortina de la libertad a un pueblo sufrido y violentado, pero tras la supuesta cortina pudo vislumbrar el futuro apagado del país, pudo discernir que la desgracia del pueblo se prolongaría si el poder caía definitivamente en las manos del dictador en potencia que era Fidel Castro, quien además comenzaba a manipular el proceso de liberación solo a su favor. Cuba salía de varios años de dictadura sangrienta para entrar en el más largo período de régimen antidemocrático, totalitario, manipulador, farsante y destructivo de toda su historia.

Al lado del futuro Dictador durante los festejos  del triunfo, Huber Matos expresó su deseo de recuperar la democracia y la justicia social que el pueblo había perdido; es ahí donde comienzan las falacias del futuro presidente, cuando señala que nunca más habría una dictadura en Cuba: “!Porque  no se trata de sustituir a un dictador por otro!”. También posteriormente cambiaría los colores del proceso revolucionario a su antojo, declarándolo en primera instancia verde como las palmas y luego rojo como el marxismo y el socialismo leninista soviético.

Los cambios y el rumbo que iba tomando la Revolución triunfante, sumado al cinismo de su líder y  a sus insinuaciones malintencionadas en las que le involucraba junto a otras personas de la Revolución, hacen que a solo meses de la victoria rebelde,  el 19 de octubre de 1959, Huber Matos solicite a través de una carta dirigida al Primer Ministro Fidel Castro, su licenciamiento del Ejército Rebelde, en una muestra de la mayor honradez, lealtad y sinceridad de que pueda hacer gala un hombre. 

En su carta renuncia, Matos sentencia  al Comandante Castro con el siguiente recordatorio: “… es bueno recordar que los grandes hombres comienzan a declinar cuando dejan de ser justos.” Este recordatorio resuena en mi cabeza y es una frase que he aprendido de memoria, los hombres viciados por el poder pierden la visión de la justicia y dejan de ser íntegros porque anteponen sus ambiciones a las necesidades del pueblo.

A cambio de  su actitud franca y transparente, solo solicita que se le garantice una vida tranquila y normal junto a su familia, su pretensión sencilla era la de dejar la vida militar para asumir un estatus civil. Los hombres como Huber Matos se desprenden con facilidad de los protagonismos, la nobleza de sus actos les hacen olvidar quiénes son y qué representan para la historia de una nación.  El gran Comandante  en medio de su modestia, anteponiendo su amistad con el líder de la Revolución y su natural espíritu de lealtad, concluye su misiva deseándole éxitos en su vida futura y en el futuro de la patria; quizás también otorgándole aún algo de crédito, de confianza en que no transformaría al país en una nación subyugada por otra dictadura como la anterior y contra la cual había luchado a riesgo de su propia vida.

La respuesta del Primer Ministro no correspondió a la lealtad del Comandante Matos, olvidó por completo la expedición de Cienaguilla, las múltiples y arriesgadas acciones al mando de una de las Columnas del Ejército Rebelde, su desempeño al frente de la provincia de Camagüey, y luego le tildó inmerecidamente de traidor. Camilo Cienfuegos fue el portador de la orden de arresto, una vez más Huber muestra su visión profética al advertirle  a Camilo que se cuidara de los hermanos Castro porque quizás vieran en él un obstáculo para sus planes futuros, una semana después el Guerrillero de sombrero alón desaparecía misteriosamente en el mar sin dejar rastro alguno. La dinastía de los hermanos se iba abriendo camino, sacando de la ruta a las figuras más descollantes y genuinas de la Revolución.

El 21 de octubre de 1959 Matos junto a otros oficiales es arrestado, luego en el mes de diciembre sometido a un  juicio preparado y manipulado por el mismo Fidel Castro y que se extendería a cinco largos días, al final la sentencia: “Huber Matos: veinte años de cárcel”. El paredón esperado no sería ejecutado y la vida continuaría, aunque fuera tras las rejas.

“Aquí, en la soledad de mi calabozo, quisiera demoler a golpes los muros y las rejas, para poder salir a la calle y alertar al pueblo cubano sobre la terrible noche que le acecha… Las multitudes entusiastas van hundiéndose en la oscuridad y yo no tengo fuerzas para romper los barrotes.” Así diría durante su condena y tras las puertas de hierro de la prisión de veinte años cumplidos con integridad.  El Comandante nos enseñó a ser libres, a percibir la luz por diminutos que sean sus rayos, a ver el día que vendrá de cualquier modo, nos enseñó y aun enseña a vivir fieles al compromiso con la patria ya sea “camino a la muerte o a la libertad”. Su vida dedicada a la búsqueda de la democracia que los dictadores Castro no le devolvieron a su genuino dueño, el pueblo, nos guía a vivir una existencia apasionada por la tierra que queremos ver y disfrutar enteramente libre.

Conocedor de la verdad y responsable de su actitud y su firmeza al no ocultarla, Huber Matos se transformó en un gran visionario del futuro de la Nación Cubana. Guiado por la suprema presencia  del hombre más libre de la historia, el mismo Jesús, tomó como divisa su frase en la Biblia: “Y la verdad os hará libres”. La noche aún no termina, pero las luces del alba ya se avistan, el Comandante de la libertad anunció prematuramente la negrura, pero también la fe de la luz y la posesión de esa “libertad que nos da la fuerza para defender la verdad”.

Todas las citas fueron tomadas del libro: Cómo llegó la noche, autobiografía escrita por el Comandante Huber Matos

A cuatro manos el concierto de la vida se toca mejor

Entrevista a Idabell Rosales y Armando Añel Por: Yoaxis Marcheco Suárez Pareciera que Armando Añel e Idabel se conocen de toda u...